En este artículo quiero compartir contigo algunas pautas que te ayudarán no sólo a una buena interpretación , sino a que el tiempo que estés sobre el escenario no sea un sufrimiento.
Quizá una de las claves esté ahí: el percibir el hecho mismo de la audición como algo hostil.
"Si cambias tu percepción, cambiarás tu realidad"
Debes sustituir tu percepción de algo hostil por la percepción de la oportunidad que supone para ti ese concierto.
Recuerda:
- Cada concierto es un regalo.
- Te sabes bien la obra porque la has preparado bien.
- Tienes la seguridad respaldada por tu trabajo personal.
- Has desarrollado unos pensamientos, sentimientos y actitudes de seguridad y autoconfianza.
>Sal al escenario a disfrutar
Una vez leí esta frase:"No pierdas de vista la cima,
pero disfruta de la ascensión."
Persigue tu objetivo de ser un gran trompetista, pero que eso no te impida saborear las situaciones que vas a vivir. Cada audición y cada concierto es una etapa más hacia ese objetivo que te has marcado. Disfruta de la oportunidad que supone compartir la música y tu interpretación con la gente.
>Piensa en la música, no en el público.
Si te concentras en la obra, si escuchas al piano y centras tu atención en lo que debes transmitir en cada pasaje, tu cerebro no tendrá tiempo de ocuparse de otras distracciones.
No tengas miedo del público. ¡Pobre de aquél que asiste a un concierto a cazar fallos! No tienes que pedir perdón por tocar. Has hecho un gran trabajo hasta llegar a este momento y el público eso lo valora y lo respeta.
Piensa también que no es el concierto de tu vida, es una actividad más de clase dentro de tu formación como músico.
>"No te estorbes a ti mismo"
(W.Timothy Gallwey, El Juego Interior del tenis)
Es increíble la cantidad de pensamientos que pasan a toda velocidad por nuestra cabeza cuando estamos actuando. Hay demasiado ruido en nuestra mente. Que tu mente esté en silencio, concentrada en la música.
>Toca en el momento presente.
James Thompson acuña este término (James Thompson, The Buzzing Book). Cuando estamos interpretando una obra delante de un público, la mente suele actuar de dos formas:
- Se anticipa a un momento futuro: "En el compás 38 tengo que tocar un do agudo". Eso genera una distracción y una ansiedad anticipatoria y además, mientras estoy pensando esto, estoy tocando.
- Al fallar una nota ("¡Oh, he fallado! ¿Por qué?") o al culminar con éxito un pasaje difícil ("¡Lo logré, me ha salido!"), la mente se queda anclada en un momento pasado. ¡Y mientras estoy tocando! ¡La música sigue pasando delante de mí!
James Thompson recomienda tocar en el momento presente: centrarse en el aquí y ahora, en lo que estoy tocando en este instante. De esta manera la mente no se distraerá, nuestra interpretación será mucho más fluida y nuestras sensaciones mucho mejores.
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